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No puede faltar el drama en el trabajo y los niveles de estrés que uno subestima en algunas sino todas las profesiones.

La dificultad de esta profesión de agente de bienes raíces excluyendo correr detrás de una comisión, clientes impuntuales o insatisfechos, radica en que las llaves del inmueble no abran la puerta.

El tema funciona así: llega uno puntual con cierto tiempo de margen para abrir ventanas, conocer el espacio, entablar una relación con el producto a vender. Contando con ese tiempo extra de, llámese coloquialmente esparcimiento, llega uno con las manos limpias y oliendo a perfume.

Pone sus pies en el piso del hall del edificio. Saca el llavero y abre con suavidad la chapa. Sorpresa. No funciona. No gira la llave. Intenta varias veces haciendo cada vez más fuerza. No pasa nada. El reloj camina y los clientes ya están en camino. Maldice, pero a quién si no hay nadie. Busca al portero/persona d aseo para que lo ayude.

Es una mano girando la chapa, otra empujando la puerta, una persona haciendo el trabajo manual y otra, yo en este caso, haciendo fuerza con los ojos y el corazón para que abra, dando ánimo, comentando qué tan raro, mala calidad de las llaves o peor de las chapas o será q antes había pasado.

No abre. Suda pensando en el cliente porque uno asume que este va a ser tan puntual como uno. Cinco minutos para la hora acordada y uno piensa en lo q hay que hacer: abrir ventanas, conocer el espacio, averiguar dónde están los parqueaderos, el depósito, descubrir el salón o la terraza comunal, inspeccionar el ascensor, las escaleras y el shut de basuras. Uno nota la fuerza en la cara detrás del tapabocas del que intenta abrir la puerta. Hay gratitud por que lo acompañe a uno y no estar solo con este estrés.

Un minuto para la hora de llegada y fiuuuuu gira la chapa y se abre la puerta emanando un rayo luminoso que lo hace a uno olvidar el estrés pasado. Entra rápido, reconoce el lugar. Fácil de describir, afortunadamente. Es pequeño, se abren las ventanas, se identifican las ventajas y la luz y la brisa. Llega el cliente y todo es paz.

Adentro uno detalla y ve una araña negra pequeña caminando en la pared blanca y entonces uno piensa y quiere creer que es buena suerte y que pese a la dificultad d abrirse, el apartamento ofrece esperanza de que este será el cliente escogido y yo ganaré la comisión.

Comentarios

  1. Cada cliente y cada apartamento tiene ya su historial. Dios quiera que mas de uno quede encantado y pueda disfrutar su nuevo hogar.
    La descripción de cada "aventura" es buenísima

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    1. Es impresionante la inspiración que me causan estos inmuebles y la facilidad para plasmarla en el sitio gracias al celu. Ya no tengo que tener el consabido cuaderno ni esfero para escribir; solo dedos para la pantalla. Todo lo que voy pensando lo voy escribiendo en el celu y salen estos escritos frescos

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  2. Jajaja! Cada teabajo trae su cuota de stress.... nadie sabe que pasa tras bambalinas!! Ojalá este si sea el elegido....el cliente y el inmueble.

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    1. Uno (yo) subestima otros trabajos en general y los ve fáciles. Tiene mucho que ver con estereotipos, pero cuando se conoce el meollo entiende que no es fácil para nada. ¡Respeto a todas las profesiones y oficios!

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