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Mostrando las entradas de abril, 2022

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Hoy sábado a las 11am tengo una cita con Mr. Jota Eme y en medio de un aguacero parqueo frente al edificio para avisarle al portero que yo JuanaBanana de la inmobiliaria V mostraré el apartamento 502. David, el portero revisa el celular del edificio y efectivamente estoy ahí y me autoriza la entrada. Así que saca el cuaderno de pasta dura con hojas llenas de columnas trazadas cuidadosamente con regla y esfero que cuentan todas las visitas al edificio Sotelo de la 75. Visitas identificadas ordenadamente por nombre y apellido, cédula, hora de entrada y salida, y motivo de la visita (la envidia de cualquier hoja de cálculo). Así que yo estoy en el renglón quinto con el motivo: Agencia V muestra el apto 502. Y así, me deja entrar no sin antes darme en tono cálido la bienvenida y guiarme con señas para parquear en el número dos exclusivamente. Mientras le doy las gracias conversamos un poco sobre la tranquilidad de la zona, los vecinos calmados, aunque uno que otro hace fiesta pero pues e

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 Días después de la búsqueda, la vibración positiva, la emoción, las palabras de que querían que yo fuera su agente personal para encontrar el hogar de sus sueños, recibí un Whats de Juana. En él me decía que Esteban y ella se habían decidido por otro apartamento. Bueh, al final me alegro por ellos y que hayan encontrado su palacio ideal. Ahora estoy en uno de pisos relucientes y en el cuarto piso para mostrar a las 9am. Escribo en mi celular todos los pensamientos que fluyen después de abrir ventanas para que las musas entren al mismo tiempo que el aire fresco. La dueña de este inmueble se llama Lilibeth y dejó las llaves en la portería dentro de un sobre de manila con un papel blanco y las instrucciones: "querid@: el edificio tiene salón comunal, terraza, gym, planta eléctrica". Mi clienta de hoy es Megan, así que con esos nombres, dueña e inquilina, seguro se entenderán. El sitio es tranquilo y central. El apartamento muy bonito. Yo viviría aquí. Una alcoba, cocina t

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Tengo cita para mostrar el apartamento 403 a las seis de la tarde. Son las cinco y treinta, abro las ventanas y cortinas, veo la vista del barrio y de pronto me asalta un miedo. No contaba con que el apartamento no tendría luz. Los tacos no funcionan y en la oficina nadie contesta. Toda clase de pensamientos asaltan mi cabeza. Confiemos en que no pasará nada. Suena el citófono anunciando a Juana y Esteban. Mi mente empieza a saltar de aquí para allá, de pensamiento catastrófico a otro, como un mico incansable, la monkey mind de la que tanto hablan. Me doy la bendición y refuerzo con una bendicioncita en la frente, otra en la boca y otra en el pecho por si acaso. Están subiendo en el ascensor. Tocan la puerta. Abro con expectativa y saludo a una pareja joven menor de treinta y tres años. Me presento, mucho gusto, encantada, vengan y les muestro este apartamento tan bonito. La historia se empieza a desenvolver tanto como yo. Me siento segura, extrovertida, con confianza como si es