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Siete meses trabajando en bienes raíces y muy pocos negocios
cerrados. Esto es lo que he aprendido (a veces a las malas) del negocio (aquí va el primer de varios párrafos).
1.
No hay que ponerle corazón a la cosa. Es decir,
disciplina, dedicación, tiempo y constancia sí hay que aplicársela toda, sumados
a ética, energía y ganas. Pero no hay que involucrarse tanto con los clientes e
inmuebles que a uno le duela no hacer una transacción, presentar un interesado
que no cumpla con los requerimientos de uno, o que se cierre un negocio,
echándose la culpa. Esto solo sirve para perder perspectiva y crear ansiedad
por la incapacidad de no lograr un determinado resultado.
Estoy en total acuerdo. Es muy bueno ser responsable pero no culpable de la no realización de un negocio
ResponderBorrarSí, carga uno con esa responsabilidad pero debe aprender a soltar
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